¿La mayoría de las veces terminas metid@ en compromisos que te causan estrés y frustración solo porque no puedes decir que no?
En una sociedad donde la complacencia y la aprobación son altamente valoradas, decir ¡No!, puede ser un desafío, ya que el decir que “sí” a todos los favores que se nos piden, parece que se volvió una obligación y no una opción, pues ¿Cuántas veces terminas haciendo algo que no querías, solo porque no pudiste decir no? Entonces terminas siendo el compadre de familiares que ni ves, trabajando horas extras no pagadas, estudiando una carrera que no te gusta solo porque tu papá y tus tíos estudiaron ingeniería, prestando dinero a gente que sabes que no te va a pagar o comiendo la pancita que nomás no termina de convencerte.
La presión social suele ser bastante insistente, por lo que es muy fácil caer en el juego y sentirnos culpables, malas personas, con miedo al rechazo, incluso de sentir que perdemos oportunidades o relaciones por negarnos, sin embargo, aprender a decir no es una habilidad esencial para establecer límites saludables, proteger nuestro tiempo y energía, y mantener nuestra integridad.
Decir que “no” va a ayudarte a priorizar tus necesidades y deseos, a fomentar la autoconfianza y autenticidad, además de mejorar relaciones a largo plazo, créeme cuando te digo que con el tiempo te sentirás libre y tranquil@, y sí, tal vez los demás se confundirán o se molestarán un poco al principio de recibir tus “no” como respuesta, pero siempre y cuando seas asertiv@ con la manera de dar tu negativa, los malos entendidos estarán de sobra.

Consejos para decir no, de manera asertiva:
Hablando se entiende la gente, y sí, recuerda que la forma en la que te comuniques será muy importante, por lo que aquí te dejo estos consejos que podrán ayudarte:
– Sé claro y directo, por ejemplo: si andas corto de lana para salir de fiesta, no comprometas tu cartera, di la verdad a tu amigo o a tu date, que por el momento no está en tus posibilidades salir por cuestiones de dinero, igual y te invitan.
– Evita dar explicaciones o justificaciones, estoy seguro de que en algún momento te has enfrentado al ¿Por qué no?, no te rompas la cabeza inventando un choro innecesario, simplemente no es no, solo trata de no ser grosero.
– Utiliza un tono firme, pero respetuoso, dependerá mucho de la manera en que expreses tu negativa, el ser amable siempre te dará el apoyo que necesitas.
– Ofrece alternativas o soluciones cuando sea posible, como, por ejemplo: este fin de semana estoy muy cansado, ¿Te parece si lo agendamos para el próximo fin? De esta manera no habrá malos entendidos y abrirás opciones para pasar tiempo con las personas que quieres.
– Práctica decir no en situaciones cotidianas, también es válido, solo no termines por abandonar responsabilidades y decir a todo que no.

Y si eres tú el que recibe un “no” por respuesta, trata de ser maduro y comprensivo, un “no”, no siempre viene acompañado de un mal sentimiento o una mala intensión, tampoco creas que los demás están en deuda contigo por lo que tú les das, ojo, no confundamos esto con hacer a un lado nuestras responsabilidades o compromisos, recuerda que decir no es un acto de amor propio y de respeto hacia ti mismo. No es un signo de debilidad, sino de fortaleza y autoconocimiento, ten el valor y dile “no” a una vida intranquila.