Cada 8 de marzo, miles de mujeres salen a las calles a exigir justicia, igualdad y derechos. Pero hay una pregunta que pocas se hacen: ¿Dónde están las lesbianas en esta historia? No es que no existamos, es que muchas veces nos han invisibilizado dentro del mismo feminismo.
Las lesbianas han estado en la lucha… aunque a veces no las vean
El feminismo no existiría sin la lucha de mujeres lesbianas. Desde los años 70, el lesbianismo político fue clave en la deconstrucción del patriarcado. Autoras como Adrienne Rich hablaron del continuum lesbiano, es decir, que la heterosexualidad ha sido impuesta como norma para mantener a las mujeres subordinadas (Compulsory Heterosexuality and Lesbian Existence, 1980).
En México, figuras como Gloria Careaga han sido pioneras en la lucha feminista y LGBTQ+. Pero a pesar de esta participación activa, muchas veces el feminismo ha ignorado la realidad lésbica.
Según el informe Lesbianas en América Latina y el Caribe de ONU Mujeres (2021), la falta de representación lésbica en el feminismo institucionalizado ha llevado a que sus problemáticas sean poco discutidas. ¿Y qué pasa cuando un movimiento que exige visibilidad te hace a un lado?

¿Feminismo o heterofeminismo?
El feminismo es para todas… pero a veces parece que es solo para las que cumplen con la “norma”. En varias marchas feministas, el discurso lésbico se ha relegado al fondo, como si no fuera parte de la lucha.
Muchas mujeres lesbianas han denunciado que dentro de colectivos feministas hay quienes siguen viendo la heterosexualidad como “la opción estándar”. Y ni hablemos de las feministas radicales que excluyen a mujeres trans y a veces incluso a lesbianas que no encajan en su definición de “mujer”.

Define tu punto:
El feminismo no puede ignorar a las lesbianas. No es una lucha separada, es la misma. Queremos el mismo derecho a existir, amar y vivir libres.
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