Las aplicaciones para citas y el fácil acceso a las redes sociales, han hecho que nos confundamos teniendo encuentros casuales, donde lo único importante es si eres activo o pasivo, si tienes lugar o si te metes “dulces”.
Y si está en la etapa más comible de tu vida, es completamente correcto que solo tengas encuentros casuales. Sin embargo, y aunque la marca del ratón nos inculcó amores bonitos, es importante saber con quién compartimos nuestra esencia, ósea nuestra energía.
Por supuesto, que el Grindr, el Tinder, Bumble y demás apps nos podrían ahorrar muchos pasos para ligar, pero toma en cuenta que toda comunicación que involucre a otra persona es bilateral… (versátil, pues, o como se diría de ida y vuelta) lo que implica que todo intercambio, en este caso hasta de fluidos, debería ser selectivo, lo cual no tendría que discutirse.
La verdad no es que se vuelva un tema más de amor propio, sino de hacer conciencia y enfocarte en lo que estás interesado, ese algo que desearías compartir y vivir con otro hombre, hasta llegar al PUNTO de dejar de autoengañarte para evitar lastimar y ser lastimado.
Haz una autoevaluación y determina en qué fase de tu vida estás, pues así tomarás las riendas de tu mente, tu cuerpo y tu corazón.
Sé brutalmente honesto contigo y si solo quieres relaciones casuales toma responsabilidad afectiva y sé muy claro, también si esto ya no es para ti y consideras que ya quieres una pareja estable, llévatelo con calma, trabaja en lo que tú quisieras ser como hombre, enfoca tus energías en un proyecto personal y cuando menos te des cuentas tendrás unas bases cimentadas, para poder ser un hombre entero para otro hombre también entero.
Porque bien lo decían por ahí “las personas huelen tu desesperación” lo cual es más notoria cuando estamos de intensos queriendo de manera inmediata encontrar sexo y amor.
Ya sea que busques algo serio, casual o casi algo… requieres siempre cuidarte… pero, esto no solo es para tu miembro masculino … Si no también para tu mente y tu corazón.
